Carta a Ámsterdam
Autor René Emiliano Moreno Campos
8
de mayo de 1940, Gran Bretaña, Londres.
A mí amado Cristhopher:
Mi
amado y querido esposo, nunca tuve la oportunidad de decirte lo que siempre
sentí por ti, ahora que tú te has ido a combatir a esos alemanes y me dejaste
sola a cargo de dos pequeños, que todo el tiempo me preguntan “¿Por qué papá no
ha vuelto? ¿A dónde fue papá? ¿Por qué se fue? Me escuchan llorar toda la
noche, veo nuestras fotos cuando éramos jóvenes. Cuando me sentí flechada en el
parque, cuando me pusiste ese anillo, con un rubí tan rojo como una fresa aquel
martes diecisiete de marzo del treinta y cinco.
Recuerdo ese beso tan sensual que me diste con
tus grandes y bellos labios en el altar, aquel baile en el que no paramos de
bailar durante una hora completa, cuando me llevaste a Francia de luna de miel, fueron los momentos más importantes
de mi vida… pero cuando llegaron nuestros bellos dos hijos, eso fue lo mejor
que me pudo pasar.
Amor
mío, si lees esta carta quiero que me hagas una promesa… cuando vayas a
combatir a los nazis, prométeme que si vuelves o no, que amarás a tus hijos y que
nunca los dejarás de amar y que nos extrañas desde aquel día cuando el tren partió.
Tú esposa Julieth, a mi amado Cristhopher.
Después del diez de
mayo de 1940, Julieth se enteró de que su esposo fue capturado y exterminado
junto a varios judíos y personas que se oponían a la ley de Hitler. Julieth no
pudo resistir el llanto, que quedó desmayada; murió 6 horas después. Dejó a sus
dos hijos huérfanos.
En honor a todos esos
50 millones de personas que fallecieron en esta horrible tragedia mundial.
Ilustración tomada de https://es.artsdot.com/@@/AQVG89-John-Downton-Retrato-de-una-mujer
Comentarios
Publicar un comentario