Me provoca una combinación de asco, tristeza e indignación ver la avaricia en algunos que presumen y se creen personas finas por los gastos materiales que ostentan en estas fechas y en todo el año, esos sujetos y sujetas como los que hay en todos lados (urbe, ciudad, pueblo grande o ejido chico) y te saludan con falsedad o hipocresía.
Para todos es debe ser fácil identificarlos son los que sólo les importa su mundito y un poco más allá de su nariz, como aquella señora que le cuenta a sus amigas la tristeza que siente por la muerte de su compañero perruno y una de ellas responde con "Yo acabo de comprar un perrito es tan hermoso, lo adoro"...y las demás responden ¡ahhh qué lindo!
A ese grupito pertenecen las que me provocan una automática sensación de náusea un ejemplo de su peculiaridad son las del tipo que prefieren gastarse $500 pesos en uñas falsas o $1300 pesos y 3 horas de su vida para ponerse pestañas que las hacen lucir como Clarabelle (Vaca de Disney1928) y que se vuelven de oídos sordos y estatuas de piedra fría cuando las invitas a donar $200 pesos para cobijas que ayuden a calmar el frío de algún niño discapacitado o anciano de la comunidad.
En todo lugar deben vivir las conocidas que gastan $800 pesos para que les dibujen con polvos de colores una cara agradable con duración de pocas horas y que cuando las invitas a donar para comprar pañales o tratamiento a un bebe humilde con dificultades de salud, te ignoran (sin tomarse la molestia de optar por la cortesía para redactar una excusa o un no gracias).
El niño de la leyenda que usan como bandera para recrear la vanidad habló de adulto sobre los sepulcros blanquedados relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repúgnate y vomitiva en su interior, llenos huesos de muertos y de toda inmundicia. Los sepulcros caminan, se mueven y se mezclan entre nosotros.
Por fortuna no sólo la noche cubre al mundo y hay lados más luminosos. También me rodean personas que se sienten felices cuando las invitas ayudar a otros (y no te cuestionan sobre la vida privada del que ocupa la ayuda: como por qué es pobre el pobre o peores preguntas).
Conozco personas que sienten alegría de saberse útiles para aliviar algunas frustraciones en familias que no son "sus familias". Por bendición conozco mujeres inteligentes a las que no tengo que convencer de dar o servir, tan solo invitar.
Este ejercicio de reflexión es resultado de mí experiencia de promover la donación a fundaciones o asociaciones sin fines de lucro en la comunidad de San Quintín durante este invierno 2020, lo que me lleva asociar el cuento del Dr. Seuss reflejado en la película El Grinch (la favorita de mi familia) porque en la cinta hay una escena donde él observa su corazón y se alegra de ver que ha disminuido el tamaño. Por lo que igual que el Grinch lanzo preguntas al eco de mi cueva interior (y te invito a hacerlo) ¿Realmente me interesa saber el tamaño de mi corazón? ¿Realmente me importa alguien más allá de mí y mi pequeño mundo feliz? (recordando Aldous Huxley)
Como dicen en San Quintín: ¡Sí, ya sé! mis palabras podrían ser filosas como un cuchillo que corta (eso es algo que me diría mi sabia amiga Kiki Suárez) y es cierto. ¡Quiero cortar lo que no sirve!
Espero encontrar en el 2021 a
más personas que den luz a este camino de todos,
que las falsas amistades sean menos,
que los sepulcros blanquedados se alejen
y que se queden en mi vida
las que tengan ese gen empático y social
porque de mí tendrán siempre a una amiga (si quieren profundizar conmigo)
o por lo menos a una conocida que les recordará e invitará a
sumarse en cada invierno a DAR a los más vulnerables.
Y copiando una tradición de Letonia sobre la navidad y la poesía, descubrí "Descarta a Santa Claus" o ella me encontró. Hoy ayudo con un soplo de compartir a que llegué a más padres, jóvenes y abuelos para que mediten sobre la desigualdad en el filo de la neurosis de nuestro tiempo como diría Karen Horney.
DesCarta a Santa Claus
Ayer me enteré de que
no existe Santa Claus
pero ya lo sabía…
sospechaba que esas
ilusiones
sólo se las creen los
ingenuos
los tontos los
abuelitos y los ricos…
a pesar de que lloré
a pesar de que me
enojé
y a pesar de que nunca
más amanecería un regalo en el árbol de Navidad
hubo en mí unas ganas
de gritar ¡Que ya lo sabía!
porque Santa Claus no
podría ser tan injusto,
no podía olvidar las
direcciones de las casas de cartón
Como iba a ser posible
que un gordito
tan simpático vestido
de rojo
ignorara las cartas
con faltas de ortografía
de María, Queta,
Regina, Bryan y Pepe
y sólo hiciera caso a
las que le escriben con hojas de colores
los niños y niñas de
las casas de allá arriba,
las bonitas, las que
tienen coches y policías….
¡Por eso ya lo sabía!
Porque Santa Claus no
puede ser tan malo
y ahora sé que esas
historias las inventaron
para hacer sufrir en
Navidad a Papá y Mamá
y ahora ya no.
Ahora sé que no tienen
dinero
que no les alcanza
y que a Santa Claus
sólo
hay que verlo en las
latas de Coca Cola
y recordar que es un
invento
para que los niños
ricos se rían de los pobres
Pero ahora los niños
pobres nos reiremos de los ricos
porque nosotros ya lo
sabemos…
Ayer me enteré de que
no existe Santa Claus
pero a este mundo, al
país, a la colonia, a mi casa…
Bien le caería que
existiera alguien así,
pero que no entrara
por las chimeneas
porque no tenemos…
Y ahora con su permiso
voy a hacer mi carta a los Reyes Magos.
AUTOR ®Andrés Castuera-Micher/ Para conocer del autor
https://www.youtube.com/channel/UCgXmjvTZ1GvV3c3j-cPdHmw
Fundaciones y asociaciones civiles sin findes de lucro en San Quintín
https://www.facebook.com/Asael-AC-Unidos-Para-Ayudar-673801616082153/
https://www.facebook.com/anclaeterna/
Referencias
https://pekeleke.es/libros/como-el-grinch-robo-la-navidad-dr-seuss/
https://psicologiaymente.com/biografias/karen-horney
https://es.wikipedia.org/wiki/Un_mundo_feliz
https://navidad.es/navidades-en-el-mundo-letonia/
Imagen
Gorila navideño de Anthony Brownw 2017 https://www.facebook.com/anthonybrownebooks/