martes, 28 de enero de 2025

ANA IBETTE

                                                                                                                                   Jacqueline Campos

Ser residente del Valle de San Quintín en los últimos siete años, me da la oportunidad de conocer a mujeres de la comunidad con distintos tonos de piel, estatura, peso, edad y de diferentes latitudes de México que en algún momento de su vida, migraron a Baja California. Mujeres con sororidad, empatía y fortaleza para reconstruirse a partir del dolor de las pérdidas, duelos y/o desventajas económicas, sociales, físicas y de salud. Mujeres que le tuvieron y tienen que arrebatarle a la vida, lo que les hizo falta para superar obstáculos.

Una de estas mujeres es Ana Ibette Gutiérrez protagonista de esta crónica, nos conocimos en octubre del 2023 en un aula del primer semestre de la licenciatura en Enfermería de la Universidad Intercultural de Baja California, con una peculiaridad: su hijo Samuel de siete años estuvo con ella acompañándola en el aula. Samuel fue un excelente compañero de aula para el grupo, tanto que al final del semestre una profesora le otorgó un reconocimiento.

Al inicio del segundo semestre en febrero 2024, Anna Ibette recibió una llamada que nadie quisiera recibir mientras estaba en el aula; su padre a quién dejó de ver años atrás falleció. Inmediatamente sus compañeros recolectaron apoyos para que asistiera al velorio a Santiago Tilantongo Nochixtlán, Oaxaca. Al regresar noté que su mirada era opaca, su sonrisa casi había desaparecido, algo en ella cambió; estaba iniciando el solitario camino del duelo. Estará de acuerdo conmigo querido lector o lectora: que no importa qué edad tiene el hijo o la hija, cuando los padres se nos mueren, nos sentimos como niños huérfanos y la vida nos cambia, el dolor nos transforma; nos volvemos distintos porque hay un antes y un después de la orfandad.

Escuchar a Ana Ibette es como leer un libro humano, por los recortes de su vida noto su fortaleza, su poder interior, su gentileza y su capacidad empática. Su lengua materna es el mixteco alto, que aprendió de sus padres. Creció rodeada de cerros verdes, viendo cielos azules y luminosos, en su comunidad natal el sol parece brillar con más intensidad hasta el ocaso y el agua sabe dulce; sin embargo, tuvo que emigrar al norte para hacer su vida como adulta e ir en busca de mejores oportunidades económicas y de superación.

 Llegó a San Quintín en el 2021 con su esposo para trabajar en los campos agrícolas igual que muchos migrantes del sur de México, pero Antonio y Ana Ibette no son una pareja común. Él es tan extraordinario como ella, porque practica sin saberlo, lo que los especialistas en ciencias sociales llaman la nueva masculinidad: apoya a su esposa de 33 años desde 2023 para que realice su sueño de ser enfermera, cubre los gastos económicos del hogar, para que ella estudie tiempo completo. Ana Ibette aprendió a organizar su economía para que le rinda un modesto sueldo en su hogar y valora el esfuerzo de su esposo. Y en este punto de mi relato me detengo nuevamente querido lector, para afirmar que seguramente usted estará de acuerdo conmigo que es por AMOR que uno quiere salir adelante con la pareja y con los hijos, es por AMOR que uno deja el egoísmo para apoyar al otro en la construcción de su sueño cuando es propositivo, para que deje de ser sólo un sueño y se convierta en un propósito de vida y una realidad; y es por AMOR que se educa a los hijos e hijas con el mejor ejemplo posible como padres. Y estoy segura de que el pequeño Samuel que desde los siete años conoce las aulas de una universidad, será también un universitario.

 Entrevisté a Ana Ibette cuando regresó de Pátzcuaro, Michoacán; porque la vida le regaló un segundo viaje al sur del país con los gastos pagados pero por un motivo alegre. En mayo del 2024 fue la estudiante seleccionada por su Universidad para participar en el Tercer Encuentro Nacional de Universidades Interculturales, que llevó por título “Hacia la consolidación de la educación intercultural crítica en la Educación Superior”. No cabe duda de que la vida nos sorprende también con buenas noticias, cómo le sucedió a nuestra protagonista que asistió a un encuentro académico formativo e inolvidable.

A su regreso noté su mirada distinta, volvió con una sonrisa amplia, un caminar relajado, seguro y con un brillo que realzan sus ojos color de los granos de café. Estoy segura de que la experiencia de convivir docentes y estudiantes de universidades interculturales, así como de universidades politécnicas y tecnológicas de 26 estados del país le revelaron más su visión. La experiencia le abrió los ojos a otras realidades y posibilidades de desarrollo humano y comunitario.

Ana Ibette se prepara como enfermera y tiene un excelente aprovechamiento académico ganado con esfuerzo, suele acostarse muy noche por estudiar, está orgullosa de su origen mixteco y es una de las 21 239 personas que en Baja California son hablantes de mixteco. Ella colabora como traductora de mixteco en el programa  de radio cultural y educativa Voces con Luz-XEQIN, de la radiodifusora indigenista La voz del Valle, que trasmite desde su comunidad.

Al concluir la entrevista le pedí que compartiera un mensaje para los lectores y lectoras: “Les diría que nunca es tarde para realizar un sueño. Que uno existe para adaptarse a cualquier circunstancia, somos capaces de vivir un mundo diferente al que conocemos; tal vez es difícil empezarlo a conocer por muchas circunstancias, pero hoy más que nunca tenemos más facilidades para comenzar a conocerlo y animarnos a perder ese miedo que nos impide avanzar, que nos impide conocer el conocimiento; por lo tanto el estudio nos hace sabias y nos brinda las herramientas para defendernos. La mujeres indígenas podemos cambiar nuestro entorno si comenzamos por nosotras mismas, adquiriendo conocimiento y sabiduría, pero que recuerden en especial que la sabiduría divina sumada al conocimiento humano cambiaría el mundo”.

Estoy segura de que Ana Ibette Gutiérrez es y será una mujer que impulsa a mujeres, porque cuando una mujer tiene oportunidades de desarrollo humano, descubre su poder de “transformar” el dolor, las carencias y desventajas, en motivación para reconstruir su propia historia y estas mujeres impulsan a otras en el camino. Podría seguir narrando fragmentos del libro viviente que es Ana Ibette quien cruzo el país en un autobús persiguiendo un sueño, pero eso será en otra crónica, porque a esta dama no le perderé la pista.


Jacqueline Campos. Psicóloga, productora y locutora de un programa de radio cultural y educativo, en la radiodifusora indigenista XEQIN La voz del valle. Voluntaria en asociaciones civiles que apoyan a población vulnerable en la comunidad de San Quintín, Baja California. Publica el Blog comunitario Voces por la Paz BC que difunde textos en torno a la sensibilización sobre la violencia de género https://vocesporlapazsq.blogspot.com/ y el Blog Letras en torno al cáncer de mama con el objetivo de ser un espacio de expresión de escritura creativa para fomentar la prevención y la empatía por las mujeres que luchan contra el cáncer https://entornoalcancerdemama.blogspot.com/ Compiladora del libro La vida con lazo rosa, Ediciones Ave Azul ( México/ 2024), Alrededor de un Oasis-Around an Oasis, Ediciones Ave Azul (México/ 2024). Publicó Un amigo en el corazón, Soconusco Emergente (México/2023).


Fotos del viaje de Ana Ibette en el Tercer Encuentro Nacional de Universidades Interculturales

Foto oficial del evento https://www.gob.mx/sep/articulos/comunicado-conjunto-17-en-michoacan-sep-y-crefal-inauguran-tercer-encuentro-nacional-de-universidades-interculturales

Referencias

https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/EstSociodemo/ResultCenso2020_BC.pdf

https://ieebc.mx/indigenas/archivos/programa/pdpcibc.pdf

 


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